Música

Raúl Micó rinde Villena a sus pies con su poesía, su flamenco y sus cantautores

Tras su exitosa actuación en el Teatro Chapí el pasado mes de enero, el espectáculo del joven cantaor villenense Raúl Micó se había convertido por derecho propio en el plato fuerte de la programación cultural de los Cursos Abiertos de Verano 2008, pudiendo dar buena fe de ello las más de 2.000 personas que se congregaron anoche para verlos actuar.
Abriendo el concierto un espectacular solo de guitarra de Manuel Alejandro Montero, bien pronto dejó claras Raúl cuáles eran sus intenciones: alejarse un poco del flamenco e interpretar las canciones que, escuchadas desde pequeño en casa, han ido marcando su vida, en especial aquellas interpretadas por los más importantes cantautores españoles: Lorca interpretado por Camarón, Manolo García, Víctor Manuel, Ismael Serrano, Serrat, Vicente Amigo poniendo voz a los poemas de Pablo Neruda… Incluso un recuerdo para la ciudad de Nueva York de manos de un poema de Leonard Cohen. Así, y dejando de lado el cante jondo, Raúl Micó y los magníficos músicos y bailaores que le acompañaban demostraron que poesía y música son dos artes ideales para andar cogidas de la mano, en un espectáculo continuo que tuvo como maestro de ceremonias a José P. Ortiz, quien introdujo la actuación recitando, recitando le dio continuidad y recitando puso el punto y final a una velada que el numerosísimo público, puesto en pie, agradeció con un aplauso atronador, tal y como había ido recompensando todos y cada uno de los solos y bailes, como los de Cristina Hall, que literalmente se llevó al público de calle.

Más flamenco, maestro
Los expertos suelen afirmar que el flamenco es el crisol cultural donde se funden numerosas tradiciones e influencias, y debe ser cierto, porque los asistentes al espectáculo eran cada uno de su padre y de su madre, empezando por los villeneros de todo tipo y condición –jóvenes, mayores, hombres, mujeres…–, siguiendo por los 40 estudiantes norteamericanos traídos a Villena por la Universidad de Alicante para ver el concierto (y para acabar con el vino y la cerveza en doscientos metros a la redonda de la Plaza de Santiago, todo sea dicho) y concluyendo por el numerosísimo público gitano –villenero como el que más–, seguidor como pocos de la carrera de Raúl Micó, a quien adoran por su amor por el flamenco y su perseverancia en este complicado mundo.

De hecho fueron ellos quienes, quizá un tanto sorprendidos por el repertorio, acabaron reclamando al artista “algo más flamenco” a la hora de los bises, a lo que Raul Micó respondió con la “Fiesta por Bulerías” y un espectacular fandango, que sirvió para poner la guinda a una actuación de casi dos horas que dejó a todo el mundo más que satisfecho.

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