Fiestas

Todo lo que empieza tiene un final

Parece que fue ayer cuando, en una comida, decidí presentarme a la elección para asumir el cargo de presidente de la Junta Central de Fiestas. Un cargo que para mí ha sido gratificante. Puede que muchas veces no haya estado a la altura de este cargo, pero os aseguro que, lo que he hecho, lo he hecho de corazón.
Ser Presidente de la Junta Central de Fiestas me ha dado muchos amigos, gente que no conocía y que, después de juntarnos una vez y hablar un rato, cambiando impresiones, parece que nos conozcamos de toda la vida. Ésta es la valoración más positiva que hago de estos tres años que he estado al frente del máximo órgano festero de mi ciudad, Villena.

De ninguna manera quiero hacer balance de todo lo sucedido en estos años, pues cuando me incorporé a la presidencia de la Junta Central nunca me planteé retos trascendentales para la Fiesta, sino que, con mi Junta de Gobierno, decidimos hacer todo lo que se plantease día a día durante el tiempo de mandato, y así, pienso, que lo hemos estado haciendo con el objetivo de mantener el estatus de muestras Fiestas en toda la geografía nacional, siendo el referente festero no solo de todos los pueblos que componen la UNDEF, sino de todos los pueblos y ciudades que tienen relación con las fiestas de Moros y Cristianos.

Gracias a todos
No quisiera terminar esta despedida sin referirme a la Junta de Gobierno que me ha acompañado en esta andadura, compuesta por un miembro de cada una de las comparsas y Junta de la Virgen, de la cual presumo en cada momento, y hacia mi Junta Directiva –esas otras personas que se embarcaron conmigo en esta aventura y que son los verdaderos artífices de todo lo bueno que se ha hecho durante esta legislatura– solo tengo palabras de agradecimiento pues, bajo mi punto de vista, no ha habido un reto que se nos resistiera, pues los hemos pasado todos y siempre, para mí, con buena nota.

Dentro de unos meses se elegirá un nuevo presidente y por lo tanto el relevo. Me marcho con la satisfacción de haber pasado tres años buenos repletos de momentos inolvidables, y como todos los humanos, haciendo un verdadero acto de contrición, pues también puedo haberme equivocado tomando decisiones que puedan caer bien, o no. Es por ello el momento de pedir disculpas a quienes se hayan podido ver afectados por estas decisiones y se hayan podido ofender. Un último agradecimiento de corazón a mi Junta Directiva y su labor, porque su buen hacer ha sido, para mí, la mayor satisfacción. Gracias.

Manuel Muñoz

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