Escena 1
- ¡Mira que poner vacunas en la Plaza de Toros! ¿No lo pillas? ¡Vacuna!
- Nombre.
- Dios de la Fiesta.
- ¡Vamos, hombre! ¡Pónganoslo fácil!
- Dios de la Fiesta, se lo he dicho cinco o seis veces.
- ¿Ese es su nombre real?
- A ver, chaval: soy una cabeza de lobo de dos metros de altura con una gorra del revés. ¿Quién cree que podría ser?
- Bueno. ¿Alergia a algún medicamento?
- ¿Cómo que alergia a algún medicamento? ¡Que soy el Dios Fiestero! ¡Sobreviví a la Ruta del Bakalao!
- ¿A nada?
- A ver, yo me metía en los aseos de la ACTV y me daba lo mismo 7 que 27… vale, no tengo alergias.
- Pase y colóquese en la fila.
- Gracias.
- De nada.
- ¡Vacuna! ¡Soy de traca mora!
Escena 2
- ¡Me cago en la mar! ¡Yo a ti te conozco!
- Posiblemente.
- ¿No te acuerdas de mí?
- … pues… ahora mismo…
- ¡Vicentín, el tío más marchoso del to el Levante español!
- ¡Madre mía! ¡Vicentín! ¡Menudos zepelines nos hemos agarrao en la Puzzle tú y yo!
- ¡Ya ves! ¡Estás igual, Dios de la Fiesta!
- ¡Ay, Vicentín! ¡Pues ya me ves, vacunándome de la segunda dosis! ¡Qué tiempos aquellos! ¿Cómo te va, tunante?
- Ya sabes, Dios: ¡a tope 5.0! Oye, ¿me dejas que pase delante de ti?
- Eh…
- Es que he quedao con unos coleguis pa hacer un botellón en el parking de la Central, ya sabes. ¡Se va a liar una de campeonato! ¡No te digo ná!
- Eh… perdona, pero es que tengo cosas que hacer…
- ¡Qué vas a tener que hacer, hombre? ¿Qué vas a tener que hacer?
- Los dioses hacemos… cosas…
- ¿Cosas?
- Sí, cosas.
- ¿Cosas de dioses?
- Cosas de dioses, Vicentín, que siempre has tenío los vuelos mu altos.
- ¡Venga, que si me dejas pasar te dejo que te vengas!
- ¡Tío, que soy el Dios de la Fiesta! ¡Si me haces el paso, te quedas sin desfasar!
- ¡Va, Fiestas, no te cuesta nada! ¡Por el espíritu de la Ka-Ra-Melo!
- Esto… perdonad que me meta en vuestra conversación pero, según las nuevas restricciones por el tema del Covid-19, no deberíais hacer botellón. Es más, no se puede consumir bebidas alcohólicas en la vía pública las 24 horas.
- ¿Y quién lo dice?
- Ximo Puig.
- ¿Y quién es Ximo Puig?
- El presidente de la Generalitat. El del peluquín.
- … no sé quién dices. ¿Me dejas que pase?
- Vicentín, que quieran acabar con el frenesí es un asunto muy serio.
- ¡Qué van a acabar ni acabar, hombre! Que me tengo que ir al Mercadona, que tengo que comprar alpitraque, ¡Ya sabes!
- Me temo que no va a ser posible: son las siete cuarenta y cinco de la tarde y, no se pueden adquirir bebidas alcohólicas a partir de las veinte cero cero. Teniendo en cuenta que debes permanecer quince minutos en observación tras la vacuna…
- ¿Pero tú quién eres? ¿Cenizo man?
- Por favor, el siguiente… ¿nombre?
- Vicentín.
- ¡Eh!¡Que se me está colando!
Escena 3
- Yo creo que nos están inoculando nanobots.
- ¡Ostras! ¡Miguel Bosé! ¡Soy yo, Vicentín! ¿Te acuerdas de aquella noche en la Heaven? ¡Menudo mascazo pillamos! ¿Qué marcha me llevas, artista?
- Estoy un tanto turbado, Vicentín. No estoy nada de acuerdo con el control al que nos están sometiendo con esto de la vacunación masiva.
- Entonces, ¿para qué te vacunas, pata-liebre?
- Porque si no, no puedo salir del país y, como sabrás, tengo una dilatada y prometedora carrera musical y…
- ¡Tú qué vas a tener! ¡Si estás más hundido que Rafa, el de La Unión!
- ¿Alguien me ha llamado?
- ¡Cerrad las portás y soltad los galgos, que ya estamos tós! ¡El Rafa! ¡No le mires a los ojos, Miguel!
- ¡Mierda, le he mirado a los ojos, tío!
- ¡Sin contacto visual, sin contacto visual, tío!
- ¡Le estoy mirando, Vicentín! ¡Sus ojos, tío! ¡Sus ojos!
- ¡Ufff! ¡Madre mía! ¡Se me ha hecho tardísimo aquí, con la charraíca! Me tengo que ir, chicos…
- ¡No seas cabrón, Vicentín! ¡Sus ojos!
- ¡A disfrutar! ¡Siempre a tope!
- Hola, Miguel. ¿Tú por aquí?
- Hola, Rafa… sí, ya ves la ironía…
- ¿Ironía? ¡Te voy a dar yo a ti ironía! No me llamaste para el disco ese de duetos que sacaste, ¿eh? Papito, ¿verdad? ¡Con lo que he hecho yo por ti siempre!
- … Rafa, yo…
- ¿No te acuerdas cuando te decía “Miguel, que se te ha metido la coleta por el cuello de la camisa”?
- Rafa…
- ¿Y lo de la falda? ¿No te acuerdas que fue idea mía? “No tienes huevos a salir en falda” ¡Y mira si no lo petaste!
- Rafael, no tengo mucho tiempo ahora…
- ¡No te acuerdas de cuando te advertí que estabas echando teticas!
- Mira, Rafa, no sé qué pretendes con esto, la verdad…
- ¿Que qué pretendo? ¿Tienes el morro de decirme que qué pretendo?
- Sí.
- Vale: quiero que hagamos una versión del Lobo-hombre en París.
- ¡No me fastidies! ¿Tanto rollo para eso?
¡Me parece una idea brillantísima, brillantísima! - ¿Sí o no?
- Sí, sí. Me has ganao desde el principio con esos ojazos, piratón.
- ¿Es en serio?
- ¡Claro!
- ¡Vale! Una cosita más…
- Dime.
- Cuando grabemos el vídeo-clip, ¿puedes hacer el favor de salir sin el casco de papel Albal?
- … no te prometo nada.
- ¡Hecho!
Escena 4
- ¡Hombre, Santiago! ¿Cómo te fue ayer en las vacunaciones?
- ¡No me diga nada, Avelino! Fue muy surrealista lo de estar tomando nombres… ¡Hay cada personaje!
- ¿Sucedió algo?
- Buenas tardes, Avelino.
- Buenas tardes, señorita Sira.
- ¿Sabe si el alcalde está por aquí? Hemos quedado a comer… creo que es una cita...
- Si me da un segundo, le aviso de que está usted aquí.
- Mil gracias, Avelino.
- … señor alcalde, la señorita Domenech está esperándole… perfecto… de nada, señor alcalde. Baja en unos minutos, Sira. Por cierto, ¿encontró usted piso?
- Sí, Avelino, pero he de reformarlo y… estoy empezando las obras… parece que haya caído una bomba.
- Tenga paciencia. Lo bueno, se hace esperar.
- Buenas tardes, Sira. ¡Estás radiante!
- ¡No todos los días celebra una su cumpleaños y, menos, en tan buena compañía!
- ¿Es su cumpleaños?
- Sí, Avelino.
- ¡Felicidades, señorita Domenech!
- ¡Gracias!