Cuatro años después de la clausura de su decimotercera edición, que se dice pronto, Mayo Negro vuelve a Alicante: en el comienzo de este ínterin, motivos personales y profesionales nos aconsejaron a quienes lo organizamos concedernos un año sabático; pero luego llegó la pandemia, con el consiguiente confinamiento y las posteriores restricciones, de lo más férreas, a la hora de organizar cualquier evento. Y como los directores de Mayo Negro, el escritor y periodista Mariano Sánchez Soler (alma máter del mismo, como ya sabrán) y un servidor, somos más bien analógicos -que es una forma elegante de decir chapados a la antigua-, enseguida nos pusimos de acuerdo en que no estábamos dispuestos a convertir la fiesta de la cultura presencial que tradicionalmente han sido estas Jornadas del Género Negro de la Universidad de Alicante en una desangelada actividad online. Mayo Negro siempre se ha caracterizado por acercar a autores y lectores, apostando por los encuentros a quemarropa, un cara a cara que permite la interactuación distentida, la firma de ejemplares, los apretones de manos y hasta los abrazos cuando proceden... y no queríamos que esto cambiase. Así de dionisíacos somos.
Y ahora que parece que la problemática sanitaria comienza a remitir, volvemos con energías renovadas y el deseo de reencontrarnos con nuestro público: tanto los seguidores más fieles de Mayo Negro como quienes se acerquen al evento por vez primera. Eso sí: lo que jamás hubiésemos deseado, ni siquiera concebido, es que el tema principal de nuestro regreso vendría impuesto por la cruda realidad; y que nuestras jornadas se verían convertidas en una defensa encendida de la paz mundial y una condena de cualquier acto de carácter bélico. En efecto, la guerra provocada por Vladímir Putin al invadir Ucrania centra el lema de esta decimocuarta edición: “Viñetas y versos por la paz”. Y es que buena parte de la comunidad literaria se ha volcado con la causa, y entre las iniciativas puestas en marcha destaca la coordinación por parte del escritor Carlos Salem y el propio Sánchez Soler de Poetas del crimen. Por la paz, un volumen que recoge los versos de una nómina de autores verdaderamente impresionante: al margen de los propios coordinadores, se recopilan poemas de los malogrados Manuel Vázquez Montalbán y Carlos Pérez Merinero, Nieves Abarca, Pedro de Paz, Víctor del Árbol, Susana Hernández, David Llorente, Marcelo Luján, Marta Sanz, Lluna Vicens... Y de otros seis rapsodas que en su faceta de novelistas han sido invitados en ediciones anteriores de Mayo Negro: nada menos que Paco Gómez Escribano, David C. Hall, Jordi Ledesma, José Luis Muñoz, Lorenzo Silva y Carlos Zanón.
Tras la esperada presentación de este volumen podremos disfrutar de un recital lírico de manos de los dos responsables del proyecto y de una invitada de excepción: la poeta alicantina -villenense para más señas, señores y señoras- Esther Abellán Rodes. Fundadora de #elabrigoverdeteatro y miembro de la compañía Matuška Project, ha sido codirectora del programa radiofónico de poesía Conectados en la noche y redactora de la revista cultural Loblanc; en cuanto a publicaciones, cuenta con media decena de poemarios publicados y es autora del libro Poetas en el puente de los espejos, en el que estudia y antologa la lírica alicantina del siglo XXI. En dicho recital poético, la también actriz se unirá a Salem y Sánchez Soler para dar alas a los versos incluidos en este libro cuyas ganancias, tanto en lo que respecta al trabajo de los autores como a las ventas del libro, serán destinadas al comité español de ACNUR para el auxilio a los refugiados del conflicto en Ucrania. No se me ocurre mejor motivo que este para que regresen unas jornadas como nuestro Mayo Negro.
Por supuesto, aprovecharemos que Carlos Salem es también prosista y que cuenta con dos nuevas novelas para presentar ambas en sociedad. Se trata de Los que merecen morir y la más reciente Madrid nos mata, en las que este escritor argentino afincado en la misma capital que protagoniza sus ficciones nos presenta a una carismática pareja formada por el policía Severo Justo y la psiquiatra Dalia Fierro. En la primera, además de a estos dos personajes, el lector conocerá a Nadie: un asesino en serie sin rostro que se dedica a ejecutar a aquellos que han salido indemnes de sus crímenes gracias a las carencias del sistema judicial; para detenerle, se recurrirá a Severo Justo -el policía más condecorado de la ciudad- y su equipo formado por la doctora Fierro -una psiquiatra que escucha docenas de voces en su cabeza-, una hacker octogenaria y un forense que habla con los muertos. En cuanto a Madrid nos mata, los protagonistas tendrán que enfrentarse a otro asesino, que esta vez se limita a operar en el multicultural barrio de Lavapiés; al mismo tiempo que Justo investiga el secuestro del hijo desconocido de un joven candidato a Papa. Como pueden ver, ambas son novelas que incluyen varios de los ingredientes de las mejores muestras del género noir. Entretenimiento asegurado, pues, sin renunciar a la denuncia de los muchos males que asolan a la sociedad actual.
Todo esto tendrá lugar en la tarde del viernes 13, una jornada que contará con un protagonista más, quien cuenta también con dos novelas recientes por presentar (es lo que tiene una pandemia: que se acumula la faena). Me refiero a Jerónimo Tristante, que ya estuvo con nosotros en la edición de 2015 y que esta vez regresa para presentar Víctor Ros y los secretos de ultramar, publicada el año pasado, y 36. La primera, resulta obvio, es la nueva entrega de su saga protagonizada por el policía decimonónico al que muchos recordarán por la serie homónima que produjo Televisión Española y que contó con dos temporadas. En esta ocasión, Ros viajará a La Habana tras recibir el encargo de encontrar a un viejo amigo que trabaja para el servicio secreto español; allí frecuentará la compañía de espías internacionales, agentes dobles, empresarios norteamericanos, autonomistas, insurgentes y demás fauna representativa de la Cuba colonial del momento. Por su parte, la recién aparecida 36 es la aportación más reciente a la prolífica narrativa de este escritor murciano que también ejerce de docente, y su título hace referencia al año en el que arrancaba la Guerra Civil española y en el que se desarrolla la trama del libro, centrada en la búsqueda de un fotógrafo británico desaparecido por parte de un teniente republicano en pleno asedio de Madrid. De nuevo estamos ante dos muestras de cómo la pequeña intrahistoria ficcionada y la Historia en mayúsculas se pueden entremezclar; una suerte de novela negra de ambientación histórica, un campo en el que Tristante es un verdadero maestro.
Y todo esto, como decía, será lo que se encontrará el público que acuda a las jornadas en la tarde del viernes, en una velada conducida por el propio Mariano Sánchez Soler; que es el padre de todo esto desde que se lo inventó hace un par de décadas. Los actos a celebrarse el resto de tardes, centrados en su gran mayoría en el cómic y el cine, me los reservo para la columna de la semana que viene... Pero ya les adelanto que contaremos con un invitado recientemente premiado con uno de los galardones más prestigiosos de su correspondiente industria. Quedan emplazados, pues, a nuestra cita del próximo viernes.
Mayo Negro XIV se celebra en la Sede Universitaria Ciudad de Alicante del 11 al 14 de mayo de 2022; Poetas del crimen. Por la paz, Los que merecen morir y Madrid nos mata están editados por Alrevés; Víctor Ros y los secretos de ultramar y 36 están editados por Algaida.
