A río revuelto…
La ordenación de nuestro territorio es una labor pendiente que lleva retrasada muchos más años de los que el Partido Popular quiere hacernos creer
Con tono de ánimo pesimista o de pájaro de mal agüero escuchamos las últimas semanas en Villena al partido de la oposición y a las voces no adscritas. En ambos casos se han dedicado a salpicarnos de comunicados a medio camino entre el “si vamos a la playa seguro que lloverá” y el “quiero ser el califa en lugar del califa” del visir Iznogud de Goscinny y Tabary.
La “fiesta”, en esta ocasión, partió por el rechazo del PSOE a la moción de moratoria del partido Verde sobre el asunto de las placas solares. La supuesta contrapartida a esta postura pudo ser la falta de apoyos necesarios para que Villena se adhiriera a la Agencia de Protección del Territorio (AVT), que ejerce las potestades autonómicas de inspección y vigilancia urbanística respecto a infracciones graves o muy graves cometidas en suelo no urbanizable, común o protegido.
La labor de la AVT, aunque en manos del conceller socialista Arcadi España, no parece en principio estar fuera de la línea de trabajo del partido Verde, pero la vaguedad en las declaraciones del concejal Antonio Pastor no nos deja deducir más que tres cosas: o realmente desconfían de la ATV, o de nuestra capacidad como ciudad para estar a la altura de su labor; o es cierto que fue una votación de revancha que iría en contra de sus propios intereses y los de la ciudad. Como en contra de sus propios intereses y los de la ciudad resulta el órdago con que días más tarde anunció el grupo Verde el ultimátum a su socio de gobierno. Es de suponer que ambos partidos trabajan por los intereses de Villena y que incluso si las disputas fueran irresolubles llegarían a unos acuerdos de gobierno que buscaran mantener posiciones para gestionar la ciudad lo más cerca posible a sus políticas.
Y esto no tiene nada que ver con “mantener los sillones”, una frase que escuchamos machaconamente desde la oposición y que es más propia de quienes alientan una pelea en el patio del colegio que de una argumentación inteligente. La política del “malmeter” cansa, y de sobras sabemos, queridas personas, que no es productiva. La política dedicada a socavar, a malinterpretar, a alentar falsos rumores… es, en fin, todas y todos conocemos y hemos sufrido a esa clase de gente.
Creo que no es una mala opción pertenecer a la AVT, y creo que la ordenación de nuestro territorio es una labor pendiente que lleva retrasada muchos más años de los que el Partido Popular quiere hacernos creer (precisamente porque su pretendida desmemoria quiere absolver a su partido de esa responsabilidad, que también eludió). La ordenación urbana de Villena llegará, aunque sea por imposición estatal, aunque espero que con mejores resultados que la también obligada implantación de la Administración Digital.