“Burdina-Hierro”, con Raúl Micó, en el Teatro Chapí
Un espectáculo que integra música y danza para un reconocimiento a las figuras del trabajador, el migrante y la mujer
Enmarcado en un contexto minero e industrial, este espectáculo integra música y danza para un reconocimiento a las figuras del trabajador y del migrante, pero también de las mujeres andaluzas que llegaron en pleno éxodo rural a la cuenca minera vasca.
El espectáculo cuenta con la participación al cante del villenense Raúl Micó. La cita es el viernes 18 de marzo a las 20’30 h. Entradas: 14€, 12€ y 10€. Precios reducidos para menores de 30, mayores de 65 años y estudiantes de danza.
Burdina/Hierro muestra la historia de una mujer migrante andaluza (Adriana Bilbao), en la cuenca minera de Gallarta (Vizcaya). El anuncio de una tragedia la conduce a una vorágine de tristeza y desesperación, obligándola a refugiarse en el recuerdo. La pérdida en una tierra ajena toma centralidad en la escena, hasta que finalmente hace frente a su desdicha, reivindicándose como mujer empoderada en tierra ajena, completa y autosuficiente.
Aquí se habla de vida, de muerte, de la necesidad de abandonar el hogar, de integración, de amor, del papel de las mujeres, de la pérdida, del dolor y de la superación de la adversidad. Todo ello en un contexto concreto: el minero‐industrial vasco. Es una obra poética y emotiva, inspirada en poemas de Gabriel Aresti e Itxaro Borda, con texto de Raúl Micó e ideada por la bailaora Adriana Bilbao, que oscila entre el presente y el pasado, el ahora y el recuerdo, el aquí y el allí. El espectáculo además, cuenta con el músico Beñat Achiary, quien ha llevado la música tradicional vasca a un nivel superior de contemporaneidad.
El ruido de la barrena contra la piedra, el flamenco, la cultura vasca, creación e improvisación, la tradición y la más potente modernidad... para un homenaje a aquellos hombres y mujeres que llegaron desde lejos, especialmente andaluces, a trabajar en las minas de Bizkaia.
Burdina/Hierro rescata, además, el testimonio de las mujeres de la época, que ha permanecido un tanto oculto. Adriana Bilbao es la única que baila en el espectáculo, sola, poderosa, en una obra íntima pero también universal, puesta en pie por un elenco de reputada trayectoria y con una potente y sorprendente puesta en escena, donde barrenadores que pican piedra conviven sobre el escenario, de forma natural, con los palos flamencos.