Desde el acantilado

Canción del caballo

Los programas que los partidos políticos presentan en la campaña electoral suelen reflejar los proyectos e inquietudes que tienen en los diferentes ámbitos en los que quieren ostentar la representación del pueblo, ya sea local, autonómica o central. En Villena este año nos vamos a encontrar con algo bastante curioso.
Tras la espantá de Los Verdes e Izquierda Unida, el centro de ocio y el parking en la avenida de la Constitución va a ocupar de nuevo un lugar preferente tanto en los programas de estos dos partidos como en el del PSOE. Han pasado cuatro años desde que accedieron al poder y al parecer uno de los proyectos básicos sobre el que han sustentado gran parte de su discurso no lo van a sacar a adelante hasta después de las elecciones del 27 de mayo, si es que ganan. Lo curioso es que van a tener que defender de nuevo las “bondades” de su proyecto cuando se supone que ya lo han hecho y requetehecho, en el último año sobre todo.

La postura tanto de Los Verdes como de Izquierda Unida a estas alturas del partido sorprende, porque hasta ahora siempre habían defendido junto al PSOE, al menos públicamente, que este proyecto se adjudicaría antes de que terminase la presente “legislatura” (por cierto, todo el mundo se empeña en hablar de legislatura cuando los representantes de un ayuntamiento no tiene potestad legislativa, los concejales y el alcalde tienen un mandato de cuatro años, pero no legislan, función que sólo desempeñan las Cortes Generales y las Autonómicas, no los ayuntamientos).

Como les decía, la postura de estos partidos dando un paso atrás, aunque defendiendo públicamente las excelencias del centro de ocio y el parking anejo que conllevaría su construcción, por muy sorprendente, oportunista o electoralista que pueda ser según el que opine sobre el tema, no deja de ser razonable. No sé si les daría tiempo a adjudicar o no, no sé si han estudiado o no las posibles responsabilidades legales que podría conllevar su adjudicación sin determinadas modificaciones del plan urbanístico, y no sé qué otras variables habrán podido tener en cuenta, pero desde luego han respondido a la llamada del pueblo y a la postura mantenida por el PP. De todas maneras, la solución planteada por estos dos partidos es engañosa pues saben que fórmulas legales para paralizar el proyecto una vez adjudicado existen, por ejemplo pregúntense por aquel trasvase que debería llegar al Vinalopó desde el Júcar y que se ha paralizado cuando estaba adjudicado y ejecutado en más de un 50%. El Partido Popular no habría dudado en paralizar este proyecto y ellos saben lo que le podría costar a la ciudadanía, por lo que aplicando la lógica han hecho como en aquella canción del caballo y aunque caminaban p’adelante, han tenido que caminar p’atrás.

El PP ha mostrado, ya lo hizo cuando ostentaba el gobierno de la ciudad, su predisposición a que la plaza de toros sea rehabilitada con el objeto de que se convierta en un centro de encuentro que pueda albergar la realización de diferentes eventos. La rehabilitación supondría el respeto al patrimonio histórico de nuestra ciudad. La construcción de un centro de ocio tal y como está planteado por el tripartito que gobierna actualmente el Ayuntamiento, equivaldría a la pérdida de la identidad que este edificio ha representado en la historia contemporánea de la ciudad de Villena. Hay quien dice que es imposible rehabilitarla porque nunca habrá dinero para ello. El PP de Villena pondrá todo su esfuerzo para conseguirlo, como en su día hizo con el Teatro Chapí.

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