El Diván de Juan José Torres

El Centro de Recepción de Visitantes

Afirma el concejal Jesús Martínez que hay sólo dos criterios políticos a la hora de gobernar Villena: los que quieren construir y los que no quieren construir cosas para el pueblo. El PP se adjudica el primer grupo y la oposición es etiquetada en el segundo.
Le diría a Jesús Martínez que esa afirmación gratuita es un canto a la demagogia. Me recuerda a la triste y célebre frase “si no estás conmigo estás contra mí”. Y esto no es así. Todos quieren mejorar la ciudad pero existen opiniones plurales. No es bueno que al que piense distinto y sugiera otros estudios y alternativas se le tilde de negatividad y posiciones obstructoras.

El Plan de Dinamización Turística se solicitó a la Administración el año 2003 y fue favorablemente aprobada en 2004, siendo concejala de Turismo Rosario Belda. Me alegra sobremanera que las gestiones de gobiernos anteriores fructifiquen pasado el tiempo, aunque sea otro gobierno municipal quien recoja y monopolice sus beneficios.

Menosprecia el señor Jesús Martínez el mirador del vial de la Losilla. Está ahí por casualidad, dice, como si hubiera crecido solo. Pero admite tajante que el verdadero mirador, con la benevolencia de una comisión multidisciplinar, será el del edificio de Recepción de Visitantes. Parece ser que técnica y legalmente se construye en orden y que su altura no vulnera la vigente ordenación urbana de la zona. Pero lo que es cierto es que paisajísticamente parece un “pegado postizo”. Desde la autovía al mirador de las Cruces, desde la Pedrera o el mismo Castillo de la Atalaya, afea el entorno.

El madrileño Parque del Retiro tiene, en una esquina, un edificio de viviendas, la Torre de Valencia. Se construyó con las licencias legales en su día, pero desde el Paseo del Prado, desde Cibeles, desde la Puerta de Alcalá, el mencionado edificio insulta cualquier turística y familiar foto. Por otra parte quisiera dejar claro que, contrariamente a lo que manifiesta el señor concejal, no hay detrás una campaña política y orquestada desde la oposición. Yo no milito en ningún partido pero no me parece de recibo que se hagan las cosas, como ésta necesaria, sin un mínimo de sentido común.

Ya puesto, si el auténtico mirador va a resultar el del Centro de Recepción de Visitantes, consulten y modifiquen la altura con la Comisión Interdisciplinar. Con siete alturas se divisa hasta el patio de armas del Castillo. Desde la azotea un elegante teleférico tendría un enorme coste, pero una tirolina hasta la Torre del Homenaje sería muy fuerte, muy guay y de gran impacto, no ya visual, sino emocional. Imagínese el Equipo de Gobierno la cara de admiración y de sorpresa de unos turistas, en un autobús y a la altura de la Colonia Santa Eulalia, cuando exclamen y se pregunten: ¿qué es ese edificio que está al lado del Centro de Recepción de Visitantes? Cualquiera diría que parece un castillo.

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