Instrumento asombroso
A lo largo de la historia, el libro ha molestado y molesta a los totalitarios
De Jorge Luis Borges, de su Borges oral, recoge Irene Vallejo en el recomendable ensayo El infinito en un junco una hermosa y perspicaz cita del escritor argentino en elogio del libro:
De los diversos instrumentos del hombre, el más asombroso es, sin duda, el libro. Los demás son extensiones de su cuerpo. El microscopio y el telescopio son extensiones de su vista; el teléfono es extensión de la voz; luego tenemos el arado y la espada, extensiones de su brazo. Pero el libro es otra cosa: el libro es una extensión de la memoria y de la imaginación.
Otra cosa el libro, extensión de la memoria y de la imaginación, es por lo que a lo largo de la historia ha molestado y molesta a los totalitarios. Ahí las listas de libros prohibidos. Ahí las quemas de libros; de bibliotecas.
Todo ello un atentado contra la memoria, porque la memoria sirve para recordar y comparar. Y un atentado también contra la imaginación, porque la imaginación nos da la posibilidad de pensar, por ejemplo, en mundos más justos. Ambas cosas, memoria e imaginación, un peligro. Un verdadero peligro. Para los totalitarios.