La albaceteña Grupo Rotonda quiere construir otra planta solar en Villena

La compañía albaceteña Grupo Rotonda se suma a la avalancha de proyectos de energías renovables en el término municipal de Villena. La firma, que también tiene intereses en sectores como los salones de juego o el inmobiliario, tiene previsto construir una planta solar de Villena, en la que invertirá unos 38,6 millones de euros, según la documentación que acompaña a la exposición pública de su solicitud de autorización administrativa y de declaración de impacto ambiental.

El proyecto ocupará una extensión de alrededor de 88 hectáreas y contará con una potencia instalada de 57,53 megavatios, el equivalente al consumo de unos 35.000 hogares, según los cálculos que suelen utilizarse en el sector.

Según han indicado desde la propia firma, el objetivo es que la nueva planta esté lista en el plazo de dos años. Para ello, asegura que ya tiene cerrados los acuerdos de alquiler de los terrenos, ubicados en el paraje de La Encina. El objetivo es vender la producción a través de la comercializadora propia que tiene la compañía, Planea Energía, según las mismas fuentes. En este sentido, la compañía señala que su estrategia aborda toda la cadena de valor, de la producción de la electricidad hasta su comercialización.

La planta de Villena es la única que, de momento, Grupo Rotonda tiene en la provincia de Alicante, aunque la firma tiene en cartera varios proyectos en otras partes del país, con los que prevé alcanzar los 700 megavatios de producción. Aunque se le conoce sobre todo por su vinculación a los salones de juego y los casinos de Albacete y Ciudad Real, la compañía también tiene intereses en el sector inmobiliario y la agricultura, y desde el año 2006 está presente en el sector de las renovables, en el que ahora está aprovechando el nuevo impulso que ha recibido la producción fotovoltaica.

Según los datos facilitados por el propio ayuntamiento, en estos momentos hay hasta 17 proyectos en tramitación para instalar plantas solares en el término de Villena, una circunstancia que cuenta con el rechazo de los grupos ecologistas, el sector del vino y hasta el propio ayuntamiento, que ha pedido a Ministerio y Generalitat una moratoria para repensar el proceso y distribuir de forma más equitativa en el territorio estas instalaciones.