El Volapié

La financiación vergonzosa

La Generalitat Valenciana tampoco está pagando las deudas contraídas con los libreros a causa de las facturas que estos emitieron en septiembre por los Bono Libros, y poco a poco aquí se va a armar la marimorena.
El proyecto de los Bono Libros está cofinanciado por el Ministerio de Educación y llevado a la práctica a través de la plataforma Educadhoc, detrás de la cual se halla la razón social Cheque Dejeneur España –que muchos conocerán por que también gestiona unos conocidos vales de comida– con sede central en Alcobendas, provincia de Madrid, y está destinado a ayudar a las familias en la compra de los libros de texto en la Enseñanza Primaria.

El pasado agosto comenzó la campaña con la noticia de que cada bono se había visto minusvalorado en 10 euros con respecto al año anterior –lo cual ya era todo un alarde– y en estos momentos se tiene el convencimiento de que para el próximo curso escolar ni siquiera existirá el bono.

Cuando comienza el curso las librerías se convierten en despachos de cambio de libros de texto –pagados con fondos propios del librero– a cambio de un papel –con cargo a los presupuestos de la Consellería de Educaciò, Formaciò i Empleo de la Generalitat Valenciana. En el acuerdo que acepta cada librero para adherirse a la citada campaña se hace constar que Chèque Dèjeuner España se compromete a convertir el papel oficial en pasta para el librero en el plazo de cincuenta días desde la fecha de entrega de los bonos una vez que hayan recibido los libramientos de pago por parte de la Consellería, cosa que todavía no ha sucedido y ni siquiera hay prevista una fecha para que suceda.

¿Saben ustedes otra cosa? Pues que esto sólo está pasando en nuestra simpar Comunidad Valenciana y que en las otras regiones adscritas a la campaña de los Bono Libros ya han cobrado todos los libreros, lo que convierte a los libreros de la Comunidad Valencia en libreros discriminados con respecto al resto.

Todavía les contaré algo más porque mientras los responsables dan vueltas a la cuestión, los libreros han de continuar satisfaciendo las facturas emitidas por los proveedores así como los tributos, puesto que no existe la posibilidad de compensación alguna a cuenta de la futura liquidación.

Además, la mayoría de los libreros son modestos empresarios que están asumiendo el riesgo de que la patronal de la Banca les acuse de competencia desleal por ejercer de financiadores de una institución pública. Nada menos que prestándole dinero a interés cero durante el tiempo que el prestatario estime oportuno.

Suerte que en esta región no gobernaba Zapatero…

Por fortuna los políticos autonómicos siguen percibiendo sus emolumentos, prebendas y demás retribuciones. Que no les falte a ellos porque son imprescindibles para los ciudadanos y sería una pena que tuvieran que ir a la huelga.

Ya tarda en montarse la marimorena, pero que sea después de estas Navidades, que deseo sean muy felices para todos. Incluso para ellos.

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