Desde el acantilado

La Guerra Civil

Si alguno de los lectores de este periódico ha tenido la deferencia de leer todo lo que el que firma esta sección ha publicado desde el mes de noviembre, recordará que en mi primer artículo les hablé de la falsa apropiación que la izquierda hace del término progresismo, y que llegadas que fueren las elecciones, reviviríamos los episodios de los fachas, de los herederos de la dictadura y de la Guerra Civil.
Faltan apenas dos meses para la cita con las urnas y desde hace algunas semanas venimos escuchando la voz de distintos personajes de la vida pública insultando a los miembros y simpatizantes del PP, y les voy a poner algunos ejemplos:

Antes de y después de la gran manifestación celebrada en Madrid el 10 de marzo, lo único que se escuchaba desde la izquierda y sus voceros era el número sin igual de “aguiluchos” que se iban a encontrar en la manifestación. De las miles y miles de banderas que ondearon, alguna que otra hubo con el escudo del águila de San Juan, pero les aseguro, porque soy testigo presencial, de que yo sólo vi dos que llevaban un grupo de jóvenes. De todas formas, para aquellos que hablan sin saber, decirles que el “aguilucho” fue el escudo que portaba nuestra bandera hasta 1981, es decir, tres años después de aprobada la Constitución, por lo tanto de preconstitucional nada de nada. Todos estos que han insultado a miles de españoles por manifestarse pacíficamente no abrieron la boca para decir ni pío una semana después, cuando en las manifestaciones del “No a la guerra” las banderas que se veían eran la tricolor de la segunda República (que nunca ha estado vigente con la actual Constitución y sí podemos decir sin rubor que es inconstitucional) y la de la URSS. Sí, señores y señoras, la de la Unión Soviética, que ya me dirán qué narices tiene que ver con la guerra ese Estado que fue dechado de prácticas antidemocráticas y donde se produjeron las mayores matanzas civiles del siglo XX con las purgas efectuadas por sus gobernantes.

Otro ejemplo es el del Conseller de la Generalitat de Cataluña, señor Saura, cuando habla de desenterrar las fosas comunes de las personas que murieron por culpa de los tropas “nacionales”. Este señor se olvida de que también habría que desenterrar las fosas comunes de las personas que fueron asesinadas en las checas que fueron creadas por el gobierno de la República y en las que murieron asesinados no sólo “nacionales”, sino anarquistas, comunistas y socialistas que no comulgaban con el pensamiento de los dirigentes republicanos del momento. Sirva como ejemplo la tortura y asesinato de Andreu Nin.

La semana pasada desde otro foro, una persona no menos influyente, el señor Jesús de Polanco, Gran Jefe del grupo Prisa, tildó a los populares de ser un partido “guerracivilista y franquista”; a su vez, el presidente del gobierno de los GAL, Felipe González, hablaba de un ambiente prebélico; el Fiscal General, servidor de Rodríguez Zapatero y no de las leyes, dijo que el PP sacaba a pasear a los falangistas. Esta semana un socialista del foro de Ermua es agredido por un nazionalista y es culpa suya por agitador...y hasta aquí en Villena hay alguno al que le sienta mal que el PP cante en sus manifestaciones libertad sin ira.

Ustedes, como yo, pensarán que son todos estos alegatos los que intentan que se caldee el ambiente político desviando la atención de la mala gestión socialista, que es lo que realmente nos interesa valorar para ir a votar el 27 de mayo.

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