El Diván de Juan José Torres

Lo que faltaba, un escudo antimisiles

Perdónenme mi histérica ignorancia. Es que estoy para que me dé algo. Estoy angustiado por la recesión económica, por los ajustes mal hechos, por el déficit de los bancos que malgastaron el dinero de los clientes, por la anemia de las finanzas públicas, por frivolidades de políticos de sonrisa falsa, por cuentas en paraísos fiscales que nadie tiene valentía para bloquearlas, rescatarlas y distribuirlas con criterios de justicia. Estoy hasta el vómito de que el fraude fiscal toree a los estamentos públicos, de que a la población económicamente activa nos manden a freír espárragos y a los más humildes a hacer gárgaras. Muchas malas noticias en pocos meses y, lo que es peor, sin mejoras optimistas a la vista.
Siendo el panorama tan desconsolador, ahora el Gobierno da por bueno un acuerdo misterioso con EEUU para bajarse una vez más los pantalones y aceptar la colaboración para un Escudo Antimisiles en la base militar de Rota. Alcanzó la gloria Felipe González cuando nos reclutó en la OTAN en una sarta de piadosas mentiras; nos enfrascó Aznar en una guerra de Irak con falsedades de pecado mortal (y aún comulga el desgraciado). Nos metieron en Afganistán a saber por qué y ahora, en plena crisis, el mensaje pacifista y humanitario de nuestros gobernantes se desmelena para satisfacer los deseos de poderío del imperio americano. Hay que complacer la libido del Pentágono y, faltaría más, el antojo de un jefe es una orden para el esclavo idiota.

A ver cómo digiere la militancia socialista y de buena fe tanto disparate. Me resulta difícil asimilar que ninguna agrupación comarcal o ejecutiva provincial del PSOE haya abierto la boca para mandarlos a la mierda. Excúsenme por el lenguaje rabioso pero la tontería del Escudo Antimisiles con su Sistema AEGIS, que se aplicará en 2013, permite en una primera fase la instalación permanente de cuatro buques norteamericanos más cuatro mil militares residentes. Dice el Gobierno que creará empleo y es para mandarlos a la mierda por segunda vez, pues si grosera es la expresión más grave es su zafiedad. Con el coste de un portaaviones se crean 70 hospitales y con el precio de un destructor 100 colegios.

La carrera armamentista no disuade a otros para no fabricar más y mejores armas. Al contrario, intentarán competir con el nivel que exhiba el enemigo. Por eso es inaceptable que con la hambruna y pobreza que existe, y se extiende cada vez más, tengamos un presidente que se rebaje tanto a los caprichos de la Casa Blanca, liderado por otro fantasmagórico Presidente que recibió, con hipócrita sonrisa, el Premio Nobel de la Paz. ¿Cómo puede, y con qué moral y ética, exigir un Gobierno gestos a ETA cuando su propia actitud es un guiño a la beligerancia y un desprecio a la pacificación? Así que, para mí, el señor Zapatero quedará fijado en mis recuerdos como un inepto político, incapaz de ser coherente y prostituyéndose a los mercados y al imperio.

Pero no crean que Rajoy se salva de mi ira, porque está igualmente conforme con el Escudo Antimisiles y con los recortes presupuestarios. Ustedes pensarán que la tijera es ahora necesaria. Pero que se empiece a talar de arriba abajo, no de abajo arriba. Que se pode el presupuesto de la Corona, las subvenciones a la Iglesia, los rescates públicos a la banca privada, los altos costes de la participación en la OTAN, los Directores Generales, los sueldos de exsenadores que han dejado la Cámara Alta al disolverse las Cortes y que van a percibir 8.345 euros por barba, los Presidentes de Diputaciones, los representantes políticos y el despilfarro que generan. Si recortan por ahí para dar ejemplo recibirán mi aplauso, mientras tanto que se vayan, por tercera vez, a la mierda.

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