¿Que por qué sube la ultraderecha?

La concejalía de Participación Ciudadana de Villena ha organizado durante el pasado mes de mayo dos actividades para reflexionar sobre la salud democrática de los países occidentales, en un contexto en el que cada vez se ve con mayor preocupación el imparable crecimiento de fuerzas políticas de corte autoritario, desde Trump en EE. UU. hasta Orban en Hungría pasando por Alternativa para Alemania, la italiana Meloni o Santiago (Abascal) y cierra España.

En pocas palabras, se quería responder a preguntas como “¿Por qué sube la ultraderecha y qué podemos hacer para evitarlo?”. Y servidor, aunque no es jurista, ni catedrático, ni político como los que nos trae Alba Laserna a inventar la rueda, tiene alguna respuesta.

Esto nos pasa por idiotas

En marzo de 2021, éste que les habla y su antiguo socio decidieron poner en alquiler con opción a compra un piso de su propiedad, donde anteriormente se ubicaban las oficinas de EPdV. A simple vista, el potencial inquilino no parecía la persona más fiable del mundo, pero solidarios y comprometidos, o más bien idiotas, asumimos que el hábito no hace al monje y que todo el mundo tiene derecho a una vivienda.

Como tampoco somos tan tontos, comprobamos que el sujeto en cuestión percibía –y sigue percibiendo– una “paguita” de casi 1.200 euros al mes como renta de “inserción social”, al margen de otros ingresos que nos consta que existían, pero no pudimos cuantificar en su día. Y con ese nivel de ingresos garantizados, entendimos que podía satisfacer sin problema el alquiler mensual, que tampoco era un abuso: 350 euros al mes para ser exactos.

Empezó pagando con normalidad. No obstante, con el tiempo se fue complicando el asunto: te doy ahora 200 y la semana que viene lo que falta, etc. Como era muy de suponer, más pronto que tarde el angelito dejó de pagar y se convirtió en eso que llaman un inquiokupa, es decir, alguien que, después de haber firmado un contrato de alquiler, deja de pagar la renta y se niega a abandonar la propiedad.

Entonces tuvimos que decidir si hacíamos las cosas “bien”, como la ley manda, o tirábamos por la calle de en medio pagando a dos artistas para que resolvieran el asunto por la vía rápida y usando un bate de béisbol si fuera necesario. Nuestro error fue intentar hacer las cosas bien, algo que jamás en mi vida recomendaré a nadie.

Odisea legal

Como el contrato daba al inquilino un plazo de un año para ejecutar la posible adquisición del inmueble, decidimos, asesorados por nuestra abogada, esperar a que se cumpliera el plazo para reclamar, por vía notarial, la ejecución de esa opción de compra. Acreditado ante notario que la vivienda no iba a ser adquirida, y puesto que tampoco se estaba pagando la renta mensual acordada, fue entonces cuando presentamos la pertinente denuncia reclamando el desahucio.

Aquí empezó el cachondeo. Lo tuvimos prácticamente en la calle, ya que el plazo legal para responder a nuestra denuncia estaba casi vencido. Sin embargo, las Ángeles de la Guarda de los desheredados de la tierra, las nunca bien ponderadas trabajadoras de los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Villena, vinieron al rescate, asesorando al delincuente que estaba usurpando una vivienda a sus legítimos propietarios y facilitándole la intermediación de una abogada de oficio que presentó un recurso, paralizó el inminente desahucio y nos mandó a todos a juicio.

Como pueden suponer, dado el atasco que sufre nuestra inJusticia, desde ese momento hasta que llegaron el juicio y la sentencia pasó más de año –más de un año pagando nosotros la casa y disfrutándola un delincuente–, y para más inri, en una sentencia digna de la Antología del Disparate, la ilustre Magistrada que nos tocó en suerte solo estimó parcialmente nuestra demanda, condenando al susodicho a pagarnos lo adeudado en concepto de mensualidades no satisfechas, pero sin obligarle a abandonar la vivienda. En pocas palabras, le estaba regalando el piso. Hay que joderse con la Justicia.

Lógicamente, no tuvimos más remedio que interponer un recurso ante la Audiencia Provincial de Alicante, lo que significa, además de sumar meses y más meses al proceso, volver a pagar gastos de abogada, procuradora, etc., porque nosotros sí pagamos esos servicios, no como el delincuente, que los recibe de oficio –gratis– a cuenta de los impuestos que pagamos los idiotas de los contribuyentes.

Afortunadamente, aún queda algo de sensatez en algún tribunal, porque la Audiencia Provincial le enmendó la plana a la ilustre Magistrada del juzgado de Villena y sentenció que, además de debernos el dinero, el okupa de los cojones debía coger la maleta y marcharse con viento fresco. ¡Aleluya!

No se vayan todavía, aún hay más

¿Pensaban que con esta sentencia de la Audiencia quedaba resuelto el asunto? Ojalá. Resulta, alucinen ustedes, que no basta con tener una sentencia que diga una cosa, sino que, después, hay que hacer otro escrito al juzgado para solicitar que se ejecute esa sentencia, que manda huevos la cosa. Y como supondrán, con los plazos de los juzgados, pues ya estábamos otra vez embarrados.

Así pues, 8 meses después de tener una sentencia que nos daba la razón –ocho putos meses después– el Muy Ilustre Juzgado de Villena todavía no había movido ficha, obligándonos a presentar, a través de nuestra abogada, varios escritos reclamando el cumplimiento de la dichosa sentencia. Hasta pusimos una queja por vía oficial ante el Consejo General del Poder Judicial. Finalmente, mientras preparábamos nuevas quejas ante el Defensor del Pueblo y el Síndic de Greuges, recibimos respuesta a nuestra demanda: el pasado 25 de febrero, el juzgado fijaba para el 28 de mayo el lanzamiento del okupa y toda su tropa.

¿Habíamos resuelto al fin el problema? Los cojones.

Ya en marcha la cuenta atrás para tirar a la calle a los delincuentes que nos estaban usurpando la vivienda y robando con la bendición de la ley y las autoridades de nuestra querida España, las Ángeles de la Guarda de los Servicios Sociales del ayuntamiento de Villena volvieron al rescate de nuestro héroe, alegando que no podía ser desahuciado porque se encuentra en “situación de vulnerabilidad”, una “vulnerabilidad” no acreditada, les tuvimos que replicar, porque no se ha tenido en cuenta la situación económica real del angelito, que según reconocen los propios Servicios Sociales recibe una renta de “inserción social” de 1.185 euros mensuales.

Y por si esto no fuera suficiente, resulta que el okupa había percibido ingresos derivados de una actividad laboral según el informe de situación patrimonial elaborado por el Letrado de la Administración de Justicia. Y además, tiene reconocido un grado de discapacidad de 49% y por tanto recibe de forma inherente otra prestación económica cuyo importe desconocemos.

En resumen: aunque los Servicios Sociales de Villena se hayan empeñado en defender lo contrario, ese ingreso de 1.185 euros mensuales descarta por sí solo cualquier situación de vulnerabilidad, porque con ese dinero (más del que ganan muchos asalariados) hay más que suficiente para pagar el alquiler y llenar la nevera. Pero además hay otros dos ingresos más, cuyo importe se desconoce. Al margen, claro está, de otros ingresos que pueda tener la pareja del susodicho, los padres, los hijos o el perro, porque otra cosa no, pero los amigos que vienen a pagarnos las pensiones se las saben todas para acabar recibiendo pagas de todas partes y por cualquier concepto mientras que una inmensa mayoría de gilipollas no hacemos más que matarnos a trabajar y pagar un dineral en impuestos cada mes, cada trimestre y cada año –cosas de ser autónomo– para mantener en pie todo este tinglado y a los parásitos que viven de él, empezando por algunas funcionarias y acabando por los ladrones que han comprendido que en España somos tan necios y mentecatos que, mientras machacamos a nuestros currantes, mantenemos a cuerpo de rey al primer pelanas que asoma por La Junquera o por Tarifa. 

Un sistema en ruinas

Por si no fuera suficiente con pelear contra las sentencias absurdas del juzgado; con superar las trabas puestas por los Servicios Sociales del ayuntamiento de Villena, que cobran de nuestros impuestos para ayudar a quien nos roba; y con vencer la defensa de oficio de los delincuentes, que también cobra de nuestros impuestos para asesorar a quien nos está amargando la vida, nos faltaba enfrentarnos al alma y los cimientos del Régimen del 78 –el PSOE y el PP, el PP y el PSOE, tanto monta–, que el pasado 12 de febrero, tras varios escarceos previos, aprobaron el llamado Decreto Ómnibus, siendo una de sus 29 medidas la prórroga de la suspensión de los procedimientos de desahucio para “hogares vulnerables sin alternativa habitacional”. Una medida decretada en pandemia y que, cinco años después, sigue siendo renovada con la única oposición de VOX, que es el único partido de todo el arco parlamentario que ha alzado la voz para defender a las víctimas y criticar este sinsentido.

Por ello, la cuenta atrás hacia la fecha del desahucio –el 28 de mayo– era para nosotros, en realidad, un paseo por el corredor de la muerte camino del cadalso, porque a la vista de la legislación vigente, gentileza del gobierno y el principal partido de la oposición, y con el inestimable apoyo de nuestros queridos Servicios Sociales, que ahí estaban dándolo todo por el delincuente que lleva cuatro años robándonos, la cosa apuntaba a que nos iban a dar por saco, como mínimo, hasta el 1 de enero de 2026.

Sorprendentemente, el último recurso del okupa y su abogada de oficio, el que pedía paralizar el desahucio, cayó en manos de otro de los juzgados de nuestra ciudad, donde al parecer tiene mando en plaza una magistrada sensata, que vino a decir que ni recurso, ni abogada de oficio, ni Servicios Sociales ni más hostias en vinagre: con semejante nivel de ingresos, vulnerabilidad mis cojones. Si no ha pagado lo que tenía que pagar es porque no le ha salido de las narices, y en consecuencia, a la puñetera calle.

¡Ole sus ovarios, señoría! Y las plañideras, a pastar. Y el de la Plataforma Antidesahucios de Villena, que era el que faltaba por asomar, a pastar también. Que la PAH llevaba dos años disuelta, pero milagrosamente ha resucitado para venir a defender, sin preguntar siquiera a los implicados por la realidad de la situación, a un delincuente reincidente. Que te tienes que reír por no llorar, porque de verdad que no cabe un tonto más en este pueblo.

Despedida y cierre

Tras casi 4 años de periplo judicial, de casi 4 años perdiendo el tiempo, el dinero y hasta las ganas de vivir después de ver cómo funciona todo este sistema de mierda, al final hemos conseguir echar al ladrón.

Mientras tanto, en Villena, nuestra concejal de Participación, Alba Laserna, que también es la máxima responsable de los Servicios Sociales, ese departamento que sirve para putear a los honrados villeneros que lo mantienen con sus impuestos, se gasta el dinero de todos en organizar mesas redondas que intentan explicar por qué crece la ultraderecha. ¿Te hago un esquema para explicártelo, Alba?

La ultraderecha, entre otras cosas, está subiendo porque vivimos en un sistema de mierda donde las instituciones y los organismos públicos que deberían defender a los ciudadanos honrados están al servicio de los delincuentes. Un país donde la ley defiende al ladrón y castiga a la víctima. Un lugar donde la Justicia ni es rápida ni es justa, salvo alguna honrosa excepción, y donde la gente trabajadora y que paga religiosamente sus impuestos es machacada de forma inmisericorde mientras los parásitos y las sanguijuelas reciben todo tipo de ayudas y prebendas. En definitiva, un Estado fallido que, como la cosa no cambie, más pronto que tarde va a estallar y saltar por los aires, porque esto es, sencillamente, insostenible.

Eso sí, les juro que el día que eso suceda, cuando todo estalle y reviente, me fumaré un puro y me beberé un buen whisky viendo caer el tinglado, como en el final de El Club de la Lucha, celebrando que se vaya todo a la mierda y brindando a la salud de los millones de ciudadanos honrados y trabajadores de este otrora hermoso país machacados por un sistema putrefacto y por los inútiles y/o corruptos que –culpa nuestra, todo sea dicho– nos desgobiernan.