Desde el acantilado

Reconversión funambulesca

La actuación de los políticos que tienen la responsabilidad de gobernar el destino de la ciudadanía no debería verse condicionada nunca al beneficio que una determinada empresa privada pueda obtener y les cuento por qué digo esto. El PSOE anunció en su programa para las últimas elecciones municipales la conversión de la plaza de toros en centro de ocio. Sin embargo, no se comunicó a los ciudadanos que la construcción del centro de ocio conllevaría la asunción de unas contraprestaciones por parte del Ayuntamiento ya que ninguna empresa estaba dispuesta a construir su anhelado lugar de esparcimiento.
La concesión para la construcción y explotación del centro de ocio, según pone de manifiesto el pliego de condiciones, se va a realizar manteniendo en todo momento el equilibrio económico entre el Ayuntamiento y la empresa que se adjudique la concesión. El equipo de gobierno supongo que estudió en su día las posibilidades de realizar el centro de ocio programado electoralmente, comprobando que su propuesta era inviable para cualquier empresa privada. Si no recuerdo mal, allá por el mes de noviembre de 2003 fue anunciado a bombo y platillo la realización de un concurso de ideas para ver en qué podía quedar la plaza de toros después de su “reconversión”, Ayelo dixit. Como todo ser humano, uno va creciendo, entra en una edad en la que los recuerdos sobre ciertos temas se hacen un poco difusos y la verdad es que no me acuerdo de cual fue el resultado del concurso de ideas; por más que me esfuerce no consigo recordar si se convocó, si no se convocó o si fue un cuento chino. Un año después, más o menos, ya que sigo hablando desde mi desmemoria, se presentó el estudio de viabilidad del centro de ocio y no sé si éste llegó a recoger alguna de las ideas de alguien que no fuera el redactor del proyecto y las consignas o sugerencias mínimas que necesariamente hubo de darle el equipo gobernante en Villena.

Posteriormente, a mediados de 2006, el equipo de gobierno redactó el pliego de condiciones de la concesión e introdujo unas modificaciones casi imperceptibles, pero que supusieron una variación sustancial de las condiciones que establecía el estudio de viabilidad inicial. Así, el pliego refiere que la tercera planta del parking estará destinada a la “venta a residentes de la zona de influencia del centro de ocio”, mientras que el estudio de finales de 2004 recogía que el tercer sótano “se dedicará para la venta de los derechos de uso, por importe aproximado de 15.600 euros”; además expresaba que el derecho de uso sería “coincidente con el plazo concesional”. Esto, estimados lectores, no ha sido nada más que un ardid ideado por alguien para que la empresa que se adjudique la concesión pueda obtener un beneficio y el Ayuntamiento de Villena y la ciudadanía se vean perjudicados. Si el pliego hubiera recogido lo mismo que el estudio de viabilidad, significaría que la empresa adjudicataria no se haría propietaria de la tercera planta del parking y tan sólo podría ceder los derechos de uso de las plazas de aparcamiento por el tiempo de la concesión, y una vez finalizada, revertiría al Ayuntamiento el derecho de uso, ya que la propiedad nunca habría dejado de ser municipal. El tercer sótano del parking, por tanto, no se regala, ¿verdad?, es una contraprestación para conseguir el equilibrio económico entre el Ayuntamiento y la empresa adjudicataria, de ahí que se esté tramitando la modificación de la ordenanza municipal para poder conseguir la desafección del subsuelo. Así el funámbulo consigue su “reconversión” de la plaza.

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