Apenas sé de fotografía. Si acaso, algo de fotografía histórica que me interesa, más que por la técnica, por lo que tiene de documento. Así, con frecuencia me entretengo pasando hojas de las colecciones dirigidas por Publio López Mondéjar bajo el título "Las fuentes de la memoria" o "Viajeros al tren", publicadas por Lunwerg y el Ministerio de Cultura. O la magnífica colección que la Fundación Arte y Tecnología presentó bajo el título "La imagen del poder". Estas, entre otros ejemplos; por no entrar en monografías locales o comarcales que me gusta comprar en los viajes para llenarme de geografías perdidas. Y siempre siento el peso del tiempo. Y a veces, nostalgia de un tiempo pasado que intuyo, en algunas cosas, mejor que el presente.
Manuel López Francés expone en la Fundación Cultural Miguel Hernández de Orihuela, en las salas anejas a la casa donde vivió el poeta, una colección de fotografías. La exposición (del 28 de marzo al 30 de abril), al coincidir en la ciudad con la Semana Santa, será muy visitada; porque por estas fechas Orihuela aumenta su atracción. Estuve en la presentación y, más allá de las emociones que provoca el paisanaje, siento alegría de ver el trabajo de Manuel López porque es trabajo que emociona. Nos lo presentó con mucho entusiasmo Pedro Olaya Ruano, todo autoridad en el mundo de la fotografía de autor, todo memoria para la afición fotográfica villenense, que firma en el catálogo una elogiosa reseña sobre Manuel bajo el título "Artista de nuestro tiempo".
Al no saber de técnicas y artes fotográficas, siempre que veo una exposición de fotos me enfrento virgen ante las obras. Y así me dejo llevar por el más simple de los sentidos estéticos, el más infantil, el más sincero: Me gusta. No me gusta. El balance vista la exposición es positivo: Me gusta. "Simetrías y Secuencias" es un juego de eso, de simetrías y secuencias, ambas dos en una imagen porque los espejos negativos con los que juega el artista están trucados, a veces sí a veces no la repetición, porque el reflejo es reflejo caprichoso pero otras veces es, en vez de reflejo, secuencia. Así, resulta un juego laberíntico de capicúas aparentes que no son capicúas. Porque hay imágenes que se reflejan, pero hay otras en la misma foto que repetidas se escapan y otras que sólo son una. Respecto a los contenidos, hay imágenes que son escenas hermosas de lo urbano, por ejemplo a mí me ha gustado mucho una de Biar con los músicos y el castillo de embajadas en la plaza, en la que veo una bellísima confusión de lo antiguo y lo moderno, de la tradición y la vanguardia; no menos la del estandarte turbio de la Soledad viéndose la torre de Santiago muy al fondo, como huyendo, desde una perspectiva exagerada de la calle Ancha. Y hay otras con más enigma. Hay objeto y objetivo. Nos lo dice Manuel: "Simetrías y Secuencias es una colección de fotografías que cuenta muchas historias de personas o lugares singulares, pero que al mismo tiempo, se vuelven comunes o coincidentes en una sociedad que todo lo envuelve y hasta lo justifica. Es una obra intimista, un reportaje cargado de dudas conceptuales, con el que he pretendido inspirar confusión, aturdir al observador, quizás producir desconcierto por la repetición de personajes o transformación de las escenas escogidas, pero ante todo, mi mayor intención, mi principal objetivo, ha sido provocar la reflexión del espectador, cautivarle y si fuese posible, entusiasmarle en la idea de que todos y todas somos importantes en esta realidad social."
Enhorabuena y bienvenido.
