Todos Moros o todos Cristianos

El sector de la hostelería y el ocio, que representa a pubs y discotecas, es un sector necesario para la vida diaria de una ciudad. Lugares para tomar un café, una cerveza o una copa, pero también lugares para salir de la rutina, de conversación y disfrute de las amistades, para bailar y conocer personas, ver un partido de fútbol con la intensidad que la pasión necesita o vivir un buen concierto en directo.

Pero el sector, como bien indica la palabra, es un sector económico que es imprescindible dentro del “ecosistema” económico de una ciudad, la hace más atractiva, genera transversalidades, crea decenas de puestos de trabajo directos e indirectos, paga sus impuestos y atrae a visitantes de las poblaciones cercanas en eventos concretos.

La ley valenciana que rige nuestras actividades es la ley 14/2010 de espectáculos públicos, actividades recreativas y establecimientos públicos. Esta ley define claramente las condiciones de nuestras actividades en relación a nuestros productos, nuestros horarios, nuestros aforos y todo tipo de condicionantes hasta la mismísima línea pequeña. El garante del cumplimiento de esta ley es la Generalitat Valenciana que delega sus funciones en los ayuntamientos.

En nuestros establecimientos somos muy cuidadosos de cumplir a “rajatabla” la ley que nos rige. Primero porque es la ley, y segundo, porque la autoridad competente, en este caso el M.I. Ayuntamiento, está vigilante del cumplimiento de esta, pues entendemos perfectamente que son establecimientos de pública concurrencia y con características especiales como la nocturnidad del cierre.

Por todo esto no entendemos y queremos denunciar la falta de diligencia de las autoridades municipales a la hora de vigilar y hacer cumplir esta ley en casos específicos de eventos que incumplen las condiciones que marca la ley en relación al cumplimiento de horarios, el acceso de personas a los eventos en locales que por su “categoría” (la nomenclatura que aplica la ley) tienen acceso limitado a socios, que incumplen medidas de seguridad, de accesibilidad y de acondicionamiento acústico. En este caso y en otros, exigimos que seamos todos “moros o cristianos”. Así se ha trasladado al ayuntamiento en varias reuniones durante los dos últimos años y debido a la falta de resultados y eventos acaecidos durante este último fin de semana nos vemos obligados -muy a nuestro pesar- a publicar esta carta.

Los firmantes de esta carta somos trabajadores autónomos y pequeños empresarios que luchamos día a día para que nuestros negocios salgan adelante, dar el mejor servicio a nuestros clientes, pagar las nóminas de nuestros empleados, los impuestos y nuestros costes, y de paso ganarnos la vida. No es tarea fácil, pero agradeceríamos que las “reglas del juego” fueran las mismas para todos tal y como marca la ley.

Por: Villena La Tentación / Ibersar PM, S.L.