De recuerdos y lunas

Turismo espiritual

Más vale tarde que nunca. Porque tenía pendiente agradecer a José Luis Barrachina Susarte, a la sazón que traen estas líneas Presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos Salesianos, a la que con orgullo pertenezco, el que me hiciera llegar una hermosa publicación titulada "En las raíces de un sueño. Un camino espiritual tras los pasos de Don Bosco" (Editorial CCS, Madrid, 2008). La tardanza en el obligado agradecimiento no se debe a ninguna pereza. Pensé que en verano vendría bien hablar del viajar. Y mucho más del viajar para el espíritu.

Cuando el turismo se nos ha hecho tan diverso y especializado en sus tipos: de sol y playa –hay quienes añaden a esta modalidad los sustantivos alcohol y sexo–, de montaña, de aventura, cultural, de congresos... el turismo espiritual también cabe. Turismo espiritual que no hace sino reeditar o perpetuar los acicates que movieron y mueven las piernas y las almas de millones de peregrinos al Ganges, a la Meca, a Santiago de Compostela, a Covadonga, a Fátima, a Lourdes, a Lisieux, a Roma, a los Santos Lugares... No en vano hay quien considera el "Itinerarium ad Loca Sancta", que es memoria del viaje de la monja Egeria a los Santos Lugares en siglo IV, la primera guía turística.

El libro que me trajo José Luis no es propiamente una guía de viaje pero invita a ello porque nos trae todos los lugares de Don Bosco que supimos en nuestros años salesianos a través de las filminas –entonces decíamos filminas y no diapositivas– sobre Don Bosco: I Becchi donde nació y vivió su infancia, donde el sueño que determinó su vocación, Capriglio donde Mamá Margarita y primeros estudios, Morialdo donde ejercía el sacerdote don Calosso que dio las primeras lecciones a Juanito Bosco, Mondonio donde nació Domingo Savio, Castelnuovo donde Juan fue bautizado y donde vistió por primera vez la sotana, Chieri donde el seminario y la Sociedad de la Alegría, Turín... ¡Turín! ¡Piamonte! Motor de la nación italiana.

Al tiempo que leía "En las raíces de un sueño" que nos ha hecho revivir las veces que conociendo la biografía de Don Bosco quisimos visitar aquellos espacios que imaginábamos alentados por los fotogramas, Open News nos informa, a un año de la próxima exhibición del Santo Sudario, que los caminos sagrados conducen al Piamonte. En el reportaje, que recoge maravillas de la zona, no se alude a Don Bosco. Sí a los siete Sagrados Montes, sí a la Vía Francígena, sí a la Sacra de San Michele y otras abadías como Vezzolano, Staffarda, Ranverso, Sezzadio, Novalesa... También a la basílica de Sant'Andrea en Vercelli y a la Superga en Turín y, cómo no, a la catedral de Turín donde en 2010 se mostrará la Sábana. Nada de Don Bosco que tanto nos acerca a la fe. ¡Tan amplia es la oferta espiritual y artística en este corazón europeo!

Aun siendo consciente de los excesos a costa del turismo espiritual, me atrae este turismo. La ruta compostelana, por los siglos de los siglos, está llena de anécdotas mercantiles, de avaricias y engaños. Del mismo modo otros lugares santos. Pero esto es asunto que huyendo ahora nos ocupará en otra ocasión donde traeremos la magia de aquellos espacios que nos conmovieron más allá de la parafernalia extra que ha construido, sin bien inspirados por la fe, la ambición. Hoy entretengámonos en lo despertado por el libro "En las raíces de un sueño", en el deseo de conocer los lugares donde Don Bosco, al que tanto debemos en nuestro trabajo, convirtió –"Ella lo ha hecho todo"– lo soñado en realidad.

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