Un zapato gigante en la puerta del Ministerio de Trabajo
Aparadoras de Elche viajan a Madrid para entregar 45.000 firmas por el reconocimiento de los años trabajados
El colectivo de aparadoras del calzado de Elche entregará este miércoles en Madrid, en la sede del Ministerio de Trabajo, las más de 45.000 firmas recogidas por el reconocimiento de los años trabajados de las aparadoras y trabajadoras del calzado. Las impulsoras de la iniciativa acudirán con un zapato de 2 metros de altura para visibilizar “40 años sin derechos laborales”.
“40 años siendo invisibles. 40 años de esclavitud a los que hay que poner fin. Mi nombre es Isabel Matute y soy la presidenta de la Asociación de Aparadoras de Elche. Nosotras somos las que hacemos los zapatos, las aparadoras. Llevamos toda la vida trabajando para grandes y pequeñas marcas que nos pagan un salario de miseria y que rara vez nos hacen un contrato laboral. Nuestro trabajo nació en los años 60 para poder trabajar desde casa mientras cuidábamos y hacíamos las tareas domésticas” –explica esta vecina de Elche.
“Un trabajo especialmente feminizado que ha significado carecer de condiciones dignas de trabajo. Nuestro trabajo nos provoca muchísimos problemas de salud y no tenemos medidas de seguridad, ni nadie que se responsabilice. Al ser un trabajo del sector informal, no tenemos derecho a paro ni a una jubilación. Nuestras jornadas de trabajo son de 10 a 11 horas. Nuestro convenio no se cumple en la mayoría de los casos y estamos cansadas de ser invisibles”, denuncia Matute.
“Nosotras hemos contribuido a la riqueza del país. Las mujeres hemos generado todo esto. Hemos hecho los zapatos de millones de personas y lo único que hemos recibido han sido condiciones laborales prácticamente de esclavitud. Este país tiene una deuda histórica con nosotras. Yo he trabajado más de 50 años y solo tengo cinco cotizados, ¿cómo voy a sobrevivir con una pensión tan baja, habiendo trabajado tantos años?”, relata la creadora de la petición.
“Además, la brecha de género es una evidencia en este trabajo. Los hombres suelen trabajar de cortadores y, aunque es trabajo similar, ellos en su mayoría tienen contrato y, por tanto, derechos reconocidos como el resto de trabajadores. No podemos seguir precarizando a las mujeres humildes, tenemos que alzar la voz contra los abusos y reconocer nuestro trabajo, porque sin nosotras no habría zapatos y porque tenemos que poner fin a la esclavitud laboral, como la que nosotras vivimos”, concluye Matute, quien en nombre de la asociación, espera que la Ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, escuche su petición y se ponga fin a la precariedad en el sector del calzado.
Enlace con número de firmas en tiempo real: www.change.org/aparadoras