La preparación del recién terminado Unicómic, sumada a otros compromisos familiares y profesionales, provocó que el pasado viernes me resultase imposible acudir a mi cita semanal con ustedes. Pero hoy regreso con la intención de, en las tres columnas que quedan antes del, este sí, parón veraniego habitual (no nos podremos leer durante agosto y hasta pasadas las fiestas de moros y cristianos), recomendarles un buen puñado de cómics para disfrutar de su lectura durante lo que resta del verano. Y si les parece bien, los libros sin dibujicos los dejamos ya para la rentrée de septiembre.
En la columna de hoy les toca el turno a algunas de las propuestas más radicales de entre las novedades de las últimas semanas. Cinco títulos que, además, tienen en común apostar por la historieta corta, la antología como formato, la fragmentación como concepto narrativo. Y qué mejor que empezar con una revista propiamente dicha: Once es el título de la publicación con la que Austaider Cómics celebra precisamente su primera década (más uno) de existencia reuniendo a lo más granado de su catálogo. A la hora de entender qué encontrará el lector en su interior, conviene recordar que Autsaider es la editorial de la historieta underground por excelencia en nuestro país, pues suma figuras internacionales como Sylvie Rancourt (Melody), Benjamin Marra (Sangre americana), Ryan Heshka (Señora Batracio), el inefable Kaz (Submundo) o la dupla Kamagurka & Herr Seele (el magistral Cowboy Henk) al grueso de los autores nacionales que se mueven al margen del mainstream: baste recordar a kamikazes patrios como Furillo, Irene Márquez, Juarma, Don Rogelio J, Víctor Puchalski o el gran Magius (Premio Nacional por Primavera para Madrid) para hacerse una idea del territorio cenagoso por el que nos movemos. Junto a todos estos nombres, presentes en las páginas de la revista, tampoco faltan a su cita -por mencionar solo algunos de mis favoritos- César Sebastián (la revelación de Ronson), aquí con un relato film noir meets la copla que hay que leerlo para creerlo; los entresijos madrileños del todoterreno Víctor Coyote; un par de historietas autobiográficas del siempre espléndido Adrián Bago, el propio Ata (autor y editor de Autsaider)... y hasta un manga de Yusaku Hanakuma que se lee “del revés” como Tezuka manda. Completan la oferta ilustraciones, fotografías, textos varios y hasta una entrevista a Alvarez Rabo a cargo de Kike Infame. En resumidas cuentas: nadie les va a dar más underground por menos de los dieciocho euros que cuesta el primer número de esta Once de la que esperamos alguna entrega más antes de que pasen otros once años.
Fue en las páginas de otra revista muy arriesgada (tan arriesgada que parece que se quedó con solo dos entregas en su haber) como Alta tensión que muchos descubrimos el descomunal talento del croata Igor Hofbauer, un autor del que ahora y también de la mano de la editorial Desfiladero podemos disfrutar su Mister Morgen. Como todos los títulos que les recomiendo hoy, estamos ante un cómic que no será del gusto de todos los paladares: no en vano está incluido en la colección Avant-Garde que hasta la fecha acogía la recuperación de La Pista Atlántica de Miguel Calatayud, el radical En construcción de Stygryt y el fascinante Niño Oruga de Pedro Mancini. Pues vaya por delante que pese a las excelencias de todos estos títulos, quizá sea esta obra de Hofbauer mi preferida de las cuatro: una colección de historietas autoconclusivas aparentemente independientes pero cuyos relatos acontecen en un universo común (en ocasiones el protagonista de una se pasea por otra a modo de cameo) construido, parafraseando a Bogart en El halcón maltés, del material con el que están hechas las pesadillas. Y es que el Novi Zagreb recreado por Hofbauer es un mundo siniestro y conspiranoico donde sus habitantes se nos antojan personajes surgidos de una sesión de sicoanálisis freudiano o de una película expresionista del Fritz Lang de Mabuse. Todo ello, materializado en unas planchas publicadas en falso bitono (porque están impresas a color para que la experiencia de la lectura sea lo más óptima posible) con un empleo del negro y rojo sobre blanco que quita el sentido. Créanme: este Mister Morgen es una verdadera joya que entusiasmará a los amantes de lo distinto.
Seguimos con más visiones pesadillescas, si bien ahora nos apartamos del mundo de oscuridad y sombras de Hofbauer para entrar en un espacio aparentemente más luminoso, de líneas claras y colores variados, como es el del británico afincado en Estados Unidos Josh Pettinger: Goiter se titula el recopilatorio de las distintas entregas de esta serie antológica que le ha convertido en un autor nominado en Angoulême y que ha sido considerado de forma unánime como el heredero natural de Daniel Clowes sin necesidad de que este se haya muerto (y el hecho de que publique La Cúpula, primera casa de Clowes en nuestro país, subraya el vínculo todavía más). En el interior del volumen se encontrarán con una distopía futurista que ríete tú de la de George Orwell, así como con otras historietas ambientadas en un mundo probablemente presente que se parece al nuestro mucho más de lo que nos gustaría reconocer. Y es que Pettinger juega con diferentes códigos genéricos -de los cómics románticos a los tebeos de ciencia ficción pasando por el slice of life indie- para reflejar lo absurdo de una condición humana marcada por la soledad y la inadaptación social. Si a usted le gusta no ya Clowes, sino también autores como Charles Burns, Noah Van Sciver o incluso Adrian Tomine, Goiter es el cómic que andaba buscando sin saberlo.
En la misma Philadelphia donde reside actualmente Pettinger en compañía de su perro Bingo nació George Wylesol, si bien se trasladó años después a Baltimore no sé si porque Philadelphia se quedaba demasiado pequeña para acoger a dos creadores tan raros como ellos. Porque lo de Wylesol es para darle de comer aparte: en las historietas recogidas en Maleficio, primera obra suya traducida al castellano (algo muy de agradecer a los editores de Libros Walden), su autor se aparta de cualquier convencionalismo y con un estilo tanto narrativo como visual tendente siempre a la abstracción retrata un universo tan extraño como fascinante. Esto ya queda bien patente en la primera historia, “Fantasmas”, ambientada en un hospital aparentemente desierto y construido sobre una red de túneles en cuyos pasillos y habitaciones habitan presencias extrañas que lo mismo podrían ser espíritus que pasan desapercibidos para los seres humanos o viceversa. Y tanto en esta como en el resto de historias, el autor emplea recursos más propios de la publicidad o el diseño gráfico que, sin llegar a la radicalidad de un Martin Panchaud (para entendernos), potencian una extrañeza que, paradójicamente, resultará muy de agradecer a todos aquellos cansados de experimentar la sensación de andar siempre leyendo lo mismo una y otra vez.
Y si ese es su caso, no se pierda la última recomendación de hoy: Future, una obra publicada a la vez en siete países, que recopila los diez números de la revista homónima que comenzó a editarse bianualmente en 2018, y un auténtico tour de force en cuanto a amalgama de estilos por parte de su guionista y dibujante, Tommi Musturi. Como si se tratase de un Robert Crumb poseído mitad y mitad por los espíritus del Moebius de Métal Hurlant y un Walt Disney puesto hasta arriba de LSD, este autor finlandés nos propone un cóctel de géneros e historias que explora los posibles futuros a los que la humanidad parece estar abocada... Y ninguno de ellos parece bueno. Mención aparte merece la espectacular edición de Barrett: libro de gran formato con sobrecubierta, y con un póster desplegable que en la parte de atrás incluye una extensa entrevista con el autor. En definitiva: un título indispensable para los aficionados al cómic que no se quedan en El Jueves, la última grapa de DC o Marvel adaptada al cine o el manga que esté de moda ahora mismo. Y lo mismo vale para las otras cuatro recomendaciones de hoy.
Once, Mister Morgen, Goiter, Maleficio y Future están editados por Autsaider, Desfiladero, La Cúpula, Walden y Barrett respectivamente.