Vida de perros

El responsable soy yo

“El único responsable de lo que ocurrió en el concurso de Graffiti soy yo” decía Francisco Montilla, Concejal de Juventud, en la rueda de prensa ofrecida el pasado martes. El asunto sobre el que se relaciona el comentario tiene que ver con las pintadas realizadas por unos vándalos durante los conciertos de New School realizados el sábado pasado. El concejal apostó durante la rueda de prensa por mostrar una postura valiente, atrevida y con un toque de chulería. Una postura acorde con alguien que trabaja con y para la gente joven. Una postura que dice: sí, ya lo sé, ocurrieron cosas que no tenían que haber ocurrido, no estoy ciego, lo sé, pero a lo hecho pecho. Me gusta cómo se ha tomado el asunto el señor Montilla, aquello de “porque 4 no pueden quitar la razón a 400 por su mal comportamiento y perjudicarles”. Me gusta que opte por caminar paso a paso y mirar hacia delante, que insista en continuar arriesgándose con este tipo de propuestas que intentan coger aspectos de la cultura urbana. Me gusta que sin olvidar ni dejar pasar los hechos, que tendrán sus consecuencias, opte por avanzar y no quedarse detenido, noqueado, por la presión ciudadana.
“El responsable soy yo” significa “yo voy a tomar las medidas, voy a decidir sobre las posibles soluciones, voy a reparar el daño causado, voy a tomar cartas en el asunto sacando tiempo y recursos de donde sea preciso”. “El responsable soy yo” significa: no sojuzguen, no condenen, dirijan a mí sus quejas y sus ataques, yo sé cómo y qué responderles. Significa: he meditado sobre lo acaecido, he medido el castigo, he hecho un juicio sobre cómo actuar, qué decir, con el fin de que la mancha no se extienda, con el fin de que justos no paguen por pecadores. Una actitud loable en una situación de la que espero que se aprenda mucho, porque no vivimos en un mundo de fantasía y debemos prever los riesgos reales de cada experiencia, riesgos que muchas veces tan sólo conocemos una vez acontecidos. Al hilo de hechos consumado, me gustaría recordar que no es la primera vez que el vandalismo se deja ver en las inmediaciones del Pabellón Festero. Hace un par de años, tras una serie de conciertos, también aparecieron pintadas en los muros del Pabellón, lo que llevó a restringir dicho espacio a tal tipo de eventos. Medida que no termino de compartir, puesto que a mi entender la protección de la vía pública en la celebración de tales eventos corresponde a la Policía Local. Esto me llevaría a plantear la siguiente cuestión: señor Pedro Miguel Agredas, Concejal de Seguridad Ciudadana, ¿dónde se encontraba la Policía Local mientras se cometían tales hechos?, ¿acaso no recibió la Policía una advertencia relacionada con la realización de tales actividades?, ¿acaso no se reforzó la presencia policial en la zona presuntamente conflictiva?

En cualquier caso, se hace notar la falta de un espacio habilitado para la realización de actividades de esta índole. Un espacio con aseos, tomas de luz, escenario, camerinos, que no cause molestias al vecindario y al tiempo que sea accesible y polivalente. Tal vez piensen que trato de sumar un problema más en estos momentos en los que plantean otro tipo de espacios como el Centro de Ocio o el Hotel de Asociaciones y Centro Juvenil. Como es lógico ustedes pueden pensar lo que gusten, yo tan sólo expongo una solución a un problema obvio. Creo que nos deberíamos plantear tal solución para dar salida a un sobresaturado Pabellón Festero, a un vecindario cansado y a unas actividades necesarias.

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