El Volapié

Ha comenzado el desfile

Nunca he sido un hombre de izquierdas. Ese aire de falsa progresía, el acaparamiento de la cultura, del pacifismo, del ecologismo y de la conciencia social, han sido excluyentes para mí. Los artífices de ayudas a las madres trabajadoras y los abolicionistas del servicio militar no siempre eran socialistas. A todo esto hay que añadir el análisis de la historia del socialismo real o comunismo y de los otros socialismos que surgieron por mitosis. Para terminar de conformar mi desdén por los socialistas bastó conocer el expolio a mis honestos antepasados durante la maldita guerra civil. Me sumo al afán de ZP por resucitar la memoria histórica y les contaré que Franco les repuso lo robado. No diré afortunadamente pues estoy convencido de que Negrín, de haber ganado la asquerosa guerra, hubiese hecho lo mismo tanto con los bienes personales como con los fondos del Banco de España. ¿No creen ustedes?
Sin embargo, no puedo ocultar que recibí con esperanza la sorprendente llegada de ZP a la Presidencia del Gobierno. De un plumazo solucionó el problema de Irak, tremenda factura que el gobierno Aznar dejó pendiente de pago. La pena vino al poco. Las consignas revolucionarias y radicales comenzaron a los diez días. El cobarde Bono se autocondecoró, ZP se cepilló la Ley de Calidad de Enseñanza y el Plan Hidrológico Nacional prometiendo desaladoras alternativas e imaginarias, castigó a los homosexuales con una ley innecesaria, humilló a las víctimas del terrorismo etarra mientras negociaba con los asesinos y nos enseñó cuál es el único lenguaje que entiende. Aceptó las reivindicaciones de los mineros, de los pescadores y de los transportistas porque estos le mostraron los puños, el fuego, las barricadas y el bloqueo de los puertos. Cuando sólo nos manifestamos en paz no hizo ni caso. Inició desde Moncloa una campaña para el enfrentamiento entre los españoles y sus regiones, los catalanistas exigieron sus pagos, el gobierno de Castilla la Mancha envió helicópteros para conocer la realidad de la sequía murciana, comenzó la persecución a los disidentes del nuevo régimen y el abandono de la defensa de nuestras fronteras hasta el punto de que ahora viven en Expaña una cantidad irracional de seres humanos con un drama tremendo y que los demás no podemos asumir, salvo de boquilla.

Las guerras en las que participa el Ejército Español siguen activas y causando víctimas en nuestras tropas, la unidad nacional y el orden constitucional están presuntamente atacados desde el mismo Gobierno, a los militares y a los medios informativos discrepantes se les intenta silenciar, el separatismo sufre metástasis y Carod amenaza con tirar de la manta sobre el llamado 11-M. La Fiscalía General del Estado y los malos jueces tratan con injusticia y lenidad a los antes llamados terroristas, mientras que los demás debemos llevar cuidado con no tener cerrada y sin uso una vivienda en legítima propiedad.

Por suerte ha comenzado el desfile ¿Acaso alguien dudaba del gobierno socialista? La historia se va repetir punto por punto. Por vez primera se condena a unos policías por cumplir órdenes directas y que se tradujeron en la detención ilegal de dos ciudadanos. Sólo falta descubrir al señor X, ¿recuerdan? Esta condena no será la última. El Supremo intercede a favor de Endesa. La investigación del 11-M parece una coreografía en la que presuntamente se ha manipulado todo, excepto los muertos y los heridos. Yo no dudo que el desfile de cabezas de turco va a continuar. ¿Quiénes serán los nuevos Vera y Barrionuevo? ¿Se irán Rubalcaba, Bono y Alonso de rositas? ¿Resistirá ZP hasta las próximas elecciones? Ojalá se tenga que quedar hasta el último día.

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