Cartas al Director

¡Apaga y vámonos!

La nueva “concordia” y “convivencia” con los independentistas ha comenzado de lujo: con la quema de una bandera española

En un noticiario emitieron unas imágenes en las cuales se veía a un jovenzuelo subirse al balcón de un Ayuntamiento catalán, tirar la bandera de España p’abajo y allí, otro secuaz, le prende fuego. Los CDR (Comités en Defensa de la República) se atribuyeron la autoría del inquisitivo hecho, lo que viene a valer lo mismo si se hubiese reivindicado bajo la firma de ‘Fulanito de Tal’.

Mientras, en otros lares, y con los auto-indultos concedidos a cambio de hacer añicos el país para seguir en la poltrona, el presidente de ‘algunos’ españoles sacaba pecho y se le llenaba la boca con palabras como “concordia”, sinónimo de amistad y fraternidad, y “convivencia”. Comenzando de auténtico lujo esa concordia y convivencia: con la quema de la bandera del país cuyo Gobierno, con los pantalones ya perdidos, les ha concedido ‘la gracia’ del perdón. He aquí su gratitud, como para tirar confeti.

Tras darle a la sin hueso algo más de 28 segundos, aún le quedaron arrestos para asegurar que el Junqueras ese sería un interlocutor macanudo en la mesa de negociación. En efecto, sería tan extraordinariamente magnífico como un pirómano en una reunión de bomberos con el fin de apagar un incendio provocado.

Hablando de perdón. Uno de Podemos -en algunos sitios ya comienza a ser “Pudimos”- afirmaba, sin reírse siquiera, que deben ser los españoles los que han de pedir perdón a los encarcelados. Podría tratarse de un chiste malo, una ironía o una sobredosis de yerba; pero no, el individuo hablaba totalmente en serio. Sí, pedir perdón porque te den un mascazo en una mejilla y no poner la otra. Como decía un colega mío: ¿¡Te quieres ir ya!?

Pedir perdón porque esquilmaran el dinero público, pedir perdón por los destrozos causados por los independentistas, pedir perdón porque uno del actual Gobierno catalán tache a los españoles de “mongolos”, y no sigo, pues este artículo tendría más páginas que un libro de Stephen King. Este podemita tan compasivo, ¡je!, no debería dimitir, debería haberse dedicado a matar moscas dando palmas; ya que la camisola de la política le para bastante grande. Habrase visto, pedir perdón nosotros. De juzgado de guardia y guillotina.

A raíz de la manida tabarra de los indultos, se sabían indultados los tunantes estos antes de aposentar el nalgatorio en el banquillo de los acusados incluso, del “borrón y cuenta nueva” y tal, una duda revolotea por mi sesera: El perdón..., ¿lo pedimos de rodillas besando pies y manos? ¿En posición “mirando pa’ Cuenca” tal vez? ¿O con marcarnos una Sardana basta? Pues con estos independentistas nunca se sabe.

Lo verdaderamente cojonudo de este tinglado es que al prófugo Puigdemont y sus perritos falderos de este pastel no les toca tajada. Ahora ante Europa y en el mundo mundial, se les terminó el ir de mártires escusándose en los ‘presos políticos’ y una supuesta ‘represión’. Acuérdense, en una protesta por el encarcelamiento de un rapero, aparte de rapiñar en comercios, prendieron fuego a un furgón policial con un policía dentro. Y claro, si la pasma detiene al del mechero, es represión.

Los indultos son de forma parcial, por ende, sólo han de cumplir las inhabilitaciones. Esto es, no ocupar cargo público alguno durante el tiempo que les reste por cumplir, aunque en la Generalitat ya harán algún apaño para que curren allí. De ujieres portadores del vaso de agua durante los discursos mismo.



Aducen en un comunicado que la medida de gracia es un ‘buen gesto’; pero, puestos a pedir, quieren también la amnistía, esto es, que se les exima de toda responsabilidad no teniendo así antecedentes penales. Exigen además un referéndum pactado con el Gobierno de Sánchez -el de todos los españoles feneció al pactar con golpistas, proetarras y demás- o amenazan con retomar la unilateridad. Como Juan Palomo: Yo me lo guiso, yo me lo como.

Siempre, al oírles hablar de referéndum, me hago la misma pregunta, una que se les pasa por alto se ve: ¿Y si el resultado de tal consulta fuese una victoria del NO? ¿Qué pasaría entonces? Porque hablan dando por hecho que el resultado sería afirmativo antes de poner las urnas.

Y como para vender la piel antes hay que cazar al oso, éste que lo es se va profetizando que sí, volverán a hacerlo: lo de entrar nuevamente al talego, claro.

Lo dicho, aquí en Villena “el Tío Perdona” murió hace ya muchos años. Hasta más poder ver. ¡Au!

Por: Tony Piojo

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