Lo que pienso de

Tercero que no es Certero

No sé si me intriga más que me cabrea, o me cabrea más que me intriga, pero lo cierto y verdad es que consigue que lo lea cada vez que escribe algo. Pero me deprime, porque siempre se está quejando de lo mismo, de lo mal que está todo, de lo peor que lo están haciendo los de izquierdas en el ayuntamiento, y de lo bien que nos irá cuando con sus votos los tiren del mismo. Por todo eso me cabrea bastante, me deprime, pero también me intriga.
Me pica la curiosidad por lo que canta cuando escribe, y no me refiero a que escriba cantando como hace mi marido en la ducha, me refiero a que nada más te pones las gafas y le echas un vistazo a lo que se publica en los periódicos y ya canta, ya sabes de qué va la cosa. Tan predecible como mi vecino el del primero, del que ya les hablaba la semana pasada, que pongamos lo que pongamos en el orden del día de las reuniones nunca estará de acuerdo y siempre se quejará.

Tras leerle su última soflama sobre el soterramiento me he quedado “escuajá”, como se dice en Villena; ya le suponía yo que no tendría ningún amor a que se entierren las vías. Cómo le iba a tener amor al soterramiento, si todo lo que huele a subsuelo le pone los pelos de punta, si es que los tiene, que no lo sé. Porque amigas, acordaros, si hablamos del parking que se caen las casas, si hablamos del soterramiento que se cae Villena. En fin, que lo del subsuelo lo lleva mártir a Tercero.

Otra cosa que me tiene perpleja es lo de las distancias. He llegado a pensar incluso que Tercero es inglés y que no mide en metros, sino en yardas. Porque vamos a ver, yo salgo casi todas las mañanas con mis vecinas a andar, y les aseguro que de punta a punta de Villena, si no hay más de dos kilómetros y medio, poco falta. Pues resulta que no, que de puente a puente, según Tercero hay más, que el soterramiento no llega a cubrir todo el casco urbano. A estas alturas una ya no sabe de qué casco urbano habla, porque si llegamos a un puente se acaban las casas, si llegamos al otro también se acaban las casas… ¿Sabrá Tercero de lo que escribe?

Todo está mal, nada funciona, todo lo que se pone en marcha es falso y lo que se consigue no sirve para nada. Así no vamos, señor Tercero. Las reuniones de la escalera son para dar soluciones, no para decir que se hunde el edificio. Está bien que usted diga lo que no le parece bien, está usted en su derecho y yo no se lo voy a quitar. Pero una cosa que esté bien, que hay que pensar en el beneficio de todo el edificio y no sólo en el que tiene los bajos comerciales, que derecho a vivir tenemos todos. Si usted se pone en el mismo plan que mi vecino el del primero, si no dice usted lo que haría y se dedica únicamente a poner peros y a deprimirnos con sus diatribas, mal vamos. Pero ya lo dice el refrán: “nunca Terceras partes fueron buenas”.

Hasta la semana que viene.

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